martes, 21 de junio de 2011

Seguro de Desgravamen

El único seguro obligatorio de las tiendas (creo) es el Seguro de Desgravamen. Este seguro cubre la deuda adquirida en el caso de fallecimiento del titular. Por ejemplo, en Paris, habiendo deuda se debe pagar $690 mensuales y listo, pero este seguro tiene una limitación y es la edad del asegurado. En la mayoría de las tiendas, el Seguro de Desgravamen es válido hasta los 74 años y 364 días del titular, pero ¿qué pasa cuando cumplen 75 años? En esos casos, la deuda debe cancelarse. Lo más lógico sería que la tienda suspendiera automáticamente el cobro, pero no lo hacen.

Esto pasó con mi abuelita, que lleva 5 años pagando entre $600 y $690 por un seguro que no se va a hacer efectivo.


En plan familiar, fuimos a la tienda a preguntar por este cobro y nos sugirieron informar la edad de mi abuelita para que el cobro no se siguiera realizando. ¿Qué pasa con los cerca de $40.000 cancelados hasta ahora? Nada, no se van a devolver. ¿Cuánta gente, como mi abuelita, paga sus cuentas y seguros que no les serán efectivos?, ¿cuántos $690 ingresan mensualmente a las arcas de Cencosud?

Después de preguntar por todo esto en la tienda, y no tener respuesta satisfactoria, realizamos la consulta pertinente a SERNAC, organismo mediador. Se nos informó que este cobro indebido, según el artículo 23 de la Ley del Consumidor, es considerado una negligencia por parte de la multitienda y nos ofrecen dos opciones: facilitar la documentación que sirva como antecedente para solucionar el problema con Paris o que presentemos el caso ante el Juzgado de Policía local correspondiente.


Spam Telefónico


Situación típica: Suena el celular una, dos, tres, cuatro veces... es el maldito 103 para ofrecer cosas.
Comentario típico de mi abuelita: "Hay un número que me llama un montón de veces, es algo así como 56103 algo"
O la llamada en tiempos críticos de dinero: "señorita Isabel, le informamos que tiene un avance en efectivo de $100.000 al que puede acceder solo con su tarjeta en nuestra tienda"

¿Cuántas veces hemos sido interrumpidos en importantes momentos de nuestras vidas por llamados telefónicos para ofrecer cosas? (almorzando, en el baño, una siesta). Peor aún, esas llamadas en que te ofrecen cosas una y otra vez hasta que tengas que colgar y revisar en la cuenta si te cobraron o no porque cualquier cosa que digas puede ser tomado como aprobación a la "oferta".

Estas llamadas están catalogadas en la Ley del Consumidor como spam telefónico, y así como los correos electrónicos molestos con propagandas, tienen un trámite para ser eliminados de las bases de datos y no sigan llamando. Así, la próxima vez que llaman deben solicitar ser informados de este método, el que debe ser simple (no puede ser algo como ir a la sucursal en Antofagasta, dar tres vueltas a la manzana con un huevo sobre una cuchara ni cosas así) y pedir que los eliminen.

Generalmente, cuando a uno lo llaman de las tiendas dicen "esta conversación está siendo grabada". Lo más fácil es decir "me gustaría aprovechar esta misma llamada para solicitar se me elimine de la base de datos de su compañía, y amparada en el artículo 28, letra B de la Ley del Consumidor y apoyada por mi asesora jurídica (es decir, yo), realizaré los procedimientos correspondientes si me siguen llamando".

De esta forma, se evitarán el cargoseo constante de las compañías para ofrecer productos inservibles.


El artículo mencionado (Gracias a @MConsueloM):

jueves, 16 de junio de 2011

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Temía sobre todo la forma más sutil de la gratitud que se vuelve cariño canino; no quería que la libertad, única ropa que le caía bien a la Maga, se perdiera en una feminidad diligente.


(Cap. 5, Rayuela)

...

-En el fondo -dijo Ronald- lo que a vos te molesta es la legalidad en todas sus formas. En cuanto una cosa empieza a funcionar bien te sentís encarcelado.



(Cap. 28, Rayuela)